En estos tiempos no es común entrar sin golpear. Lo que se estila hoy es todo lo contrario.
Yo tengo en claro que estoy entrando a una zona desconocida. Deberé sortear varias puertas. A medida que avanzo oigo un rumor de música. A medida que avanzo escucho con mayor claridad....a ver...¡Es Elvis!, Mente Sospechosa...
¿Estaré yo a los 17 detrás de la última puerta?
En las paredes del pasillo hay afiches de La Cebolla, el boliche de Flores donde se desarticulaba Jorge bailando rocks de Little Richard. Y hay también una foto de Borello, y una carta de Mónica en papel rosado, y la bicicleta sin frenos de Pastel, que nunca le devolví, y colgadita de un clavo la guitarra de Esteban Rey, que me enseñó el tono de la mayor apretando tres cuerdas con dos dedos.
Estoy yo, sin dudas. Mejor me vuelvo.
Estas cosas suceden cuando una entra a los blogs sin golpear.
Rebobinar y comenzar de nuevo.
viernes, agosto 17
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