miércoles, agosto 22

Dios aprieta...

Cuando esa mañana Faustina se levantó, lo primero que hizo, como todos los días, fué ir a ver a Pancha. Pero cuando llegó al corral, Pancha no estaba. Se le paralizó el corazón. Recordó que madre le había dicho que en unos días ya no podría ir a la escuela...padre necesitaba a Pancha para trabajar. Le dijo a madre que ella podía ir caminando...que no era tan lejos. Pero mientras lo decía, pensaba que no. Que sin pancha la cosa no era igual. Que tendría que salir mucho más temprano y que cuando salía casi de noche, hacía mucho frio, y con su ponchito y el calor de Pancha...no lo pasaba tan mal...

Se acordó de la abuela Clara. Ella vivía más cerca de la escuela. A lo mejor, padre podía pedirle que se quedara con ella. Aunque no la había vistomucho, recordaba que era cariñosa y hacía unos dulces muy ricos.

Todo eso pasó por su cabecita mientras corría hacia la casita de adobe. Le preguntó a madre por Pancha. Le contestó que padre se la había llevado para ir a la casa de la abuela, que la abuela habia muerto.

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