miércoles, octubre 21

Adonde llevan las meditaciones nerviosas


Adonde están?...revolvía todo muy nerviosa. Pensaba a toda furia..bueno, no era grave no encontrar algo que se buscaba...pero cuando eran los lentes...anteojos ...

gafas o como se les quiera llamar...la cosa era más grave..No solo eran necesarios, si no que sin ellos, la búsqueda era más difícil...volvió su sentido del humor...Anteojos para buscar los anteojos...o gafas con detectores que avisaran...o... Bueno, aquí están!

Se los puso y ya en la cocina, se dedicó a preparar la fruta para el desayuno. Otra cosa que la ponía mal! Las mandarinas prolíficas...esas que tienen más semillas que pulpa...

Volvió a su viaje mental...Por que tanto fastidio por cosas tontas como estas? Había cosas mas importantes. Perder amigos, familiares, enfermedades, penas de amor ...tantas!

Los niños. Nunca pudo soportar ver a alguien con hambre, menos a un niño ! Y sin embargo...El maltrato a los animales y la xenofobia y la maldad gratuita...y ...Bueno, basta ya!! Que manera de empezar el día, ese día que había empezado con un contratiempo...pero que la iba llevando a lugares terribles a los que no quería llegar en ese momento.

No era por frialdad. El resultado del examen médico de su marido...estaría para ese día. Tenía que estar preparada para apuntalar su ánimo, si era malo, y a festejar, si era bueno.

Ella misma estaba enferma y nunca había sentido este temor. Es que siempre es más difícil cuando se trata de los otros...al menos así lo sentía.

Sabía que hacer con su persona...pero no estaba segura de encontrar las palabras justas, cuando se trataba de otros.

Adonde me llevaron los benditos anteojos? Había un personaje del humorista Landrú que se llamaba Rogelio, el hombre que razonaba demasiado...

Dejó todo sobre la mesa. Se dispuso a esperar a su marido...y puso la mente en blanco.

Serían el corazón y la verdad, los que hablaran ese día...Ni una coma de más. Solo el amor y la fe. Para eso estaba preparada. No quería distracciones de ninguna clase...¿Oyeron , meditaciones locas? Se enteraron, objetos perdibles?


domingo, octubre 11

Hablando a la Luna


Sentada, mirando a la luna. Recordando otras veces de hacer lo mismo...muchas. Cuando era joven, casi todas las noches que el tiempo lo permitía. No era la única, por supuesto, sabía de muchos que lo hacían. Entonces, era un misterio, una luz en el cielo que parecía observarnos y guiarnos.

Solía contarle mis cosas. Mis sueños, que eran muchos. Sentada en el jardín de mi casa, en una terraza, en el campo, siempre estaba ella para escucharme.

Muchos de esos sueños se cumplieron, lo que ya es mucho. Otros...como les pasa a todos...no.

No eran sueños de poder, de gloria, de dinero...no. Yo no pensaba en eso...y menos en mi juventud, cuando no tenía apremios económicos que solventar. Estudiaba. Uno de mis sueños era recibirme, poder gozar haciendo lo que estudiaba...Hacer algo para mejorar el mundo, ayudar a los que la necesitaran. Era difícil...pero eran bellos sueños.

Buscaba respuestas...era algo mágico. Luego los amores...y contarle mis ilusiones y mis penas...

Cuando el hombre pisó su suelo...me sentí admirada y triste a la vez...Esa imagen inmaculada...ya no era la misma.

Me parecía que habían caminado sobre mis secretos, perdí la intimidad.

No me enojé con ella...no, la culpa era del hombre. Siempre tratando de descubrir lo desconocido, de llegar a todas partes.

Durante muchos años...me había olvidado de ella, al menos como confidente. El otro día leí que , otra vez los hombres, habían lanzado un proyectil contra su suelo, para constatar algunas cosas que querían conocer. Me apené por ella. Pobre!! Que mal nos hace para que la tratemos así? Nos ofrece su luz , nos escucha...

Otra vez miré hacia el cielo...y la vi hermosa, casi dorada en ese momento...y decidí pedirle perdón por haberla abandonado. Le prometí que no lo haría nunca más...que mientras me quedara un solo sueño...se lo contaría, solo a ella, como correspondía. Era mi confidente silenciosa...mi amiga.

Le tiré un beso con la punta de los dedos...Y me levanté aliviada y contenta...como si me hubiera reconciliado con una vieja amistad.