martes, abril 15

Obras en casa


Pasamos varios meses conversando sobre cuando y como pintar la casa. No llegaban a ser discusiones...pero casi. Los hombres son fóbicos a cualquier cosa que pueda transformar su rutina en caos. Bueno, las mujeres también, pero estamos acostumbradas a sufrir trastornos de todo tipo e inconvenientes varios y lo soportamos con real entereza.
Lo de los colores y el tipo de arreglos y pinturas, no llevó tanto tiempo. Lo que sí fue bravo, era decidir en que momento lo hacíamos.
Poníamos una fecha estimativa, y enseguida me la cambiaba por...en esos días la operan a tía ...y no vamos a dejar a los pintores solos! O...si, pero es la peor época para mi trabajo...sabes que llego cansado. No me extiendo en esto por que las excusas eran tantas...
Probé con, me deprime ver la casa así. Seguí con ...te imaginas que lindo va a quedar ? Me puse más firme y le salí con...no quiero que venga nadie hasta que no pintemos! Probé desde otro ángulo. La casa tiene vida y me pide a gritos que la ponga linda! No escuchas los crujidos que hace?
La cosa se iba dilatando.
Un buen día, me aparece una mancha en el techo de la cocina. Dios me había escuchado! Se arreglaba ya! Antes de que la cosa se empeorara. Consulta de técnica...y ya, a pintar.
Gran alegría de mi parte...cara de fastidio de el.
Está quedando precioso! Vivimos como los indios en sus peores épocas, comemos emparedados cuando la vecina no está y no puedo cocinar. Y mi esposo...ya está más contento. Lo que se termina le va dando aliento.
Pero nada es perfecto. Mi gatita juguetona, no sé si por stress o por la pintura, se enfermó. La veterinaria me hace ir todos los días para tratamiento. Por ahora no está nada bien. Tengo una perrita muy vieja, que no sabe donde ponerse y lo hace en los lugares más errados. Pegada a una puerta recién pintada o durmiendo sobre los escombros.
A esta altura...no sé, está quedando lindo...pero el costo me parece elevado...Entre nosotros, cada día le doy un poco más la razón a mi esposo. Después de todo...la casa estaba fea...pero nosotros vivíamos tranquilos y los animalitos también!!

martes, abril 8

Escaleras de la vida


No es , nunca fue, para nada fácil, pensar en la vida como si fuera un sube y baja...mejor, una escalera. Uno tiende a pensar que siempre estará subiendo. Al menos...varios escalones, luego uno o un par de retroceso, otra vez hacia arriba...etc. Pero la vida se empeña en contradecirnos y a menudo nos vemos retrocediendo, más rápido de lo que subimos...y más escalones de los pensados. Los viejos dichos de...la vida se cobra lo que te da, no hay mal que por bien no venga, ya vendrán las vacas gordas....Son muy simpáticos, pero no alcanzan para consolarnos.
Ella estaba en ese estado...digamos, bajando más que subiendo. Cada vez que lograba algo bueno, o relativamente bueno, detrás venían los bajones. Malas noticias, enfermedades varias propias y ajenas, en fin, mala onda que le dicen. Su optimismo era a prueba de catástrofes. Protestaba, pero seguía firme en su nave-escalera.
Estaba tan ocupada en sus pesares, que ya no recordaba qué soñaba. Era muy malo para ella. Siempre confió en sus sueños para separar lo terrenal de las ilusiones oníricas...y darse un descanso.
Lo malo, es que sabía que soñaba. Es más. En cuanto despertó, supo que un sueño la rondaba...y aunque preparó el desayuno tratando de recordar...aunque retardó la lectura del diario esperando que su sueño se abriera como una flor...no hubo caso.
Decidió no desenredar sus hilachas nocturnas y salir para su trabajo.
Cuando abrió la puerta y vio las escaleras...recordó de pronto lo que buscaba. Si, había soñado con eso! Una larga escalera casi en ruinas y ella subiendo contra un fuerte viento que la empujaba. No abrió la puerta del ascensor. Trató de seguir recordando...si, en el sueño ella lograba seguir hacia arriba y llegar a lo que era su meta....
Era ese su sueño? O lo estaba soñando ahora? Por si acaso...cerró los ojos y se metió en su día ...con toda su fe intacta.