Desde hace unos días me llega un lamento. A distintas horas del día se oye algo que parece el grito lastimero de un niño, mezclado con un grito de animal torturado. El sonido es fuerte. Los primeros días me asusté. No viendo lo que producía ese sonido...no sabía a que atribuírlo. Con el tiempo, comprendí que era un pájaro. El sonido llegaba desde distintos lugares. Se movía por el aire, pasando de un lugar a otro. En esos momentos, el grito o canto, me entristeció. Parecía un lamento muy desgarrador. Lo extraño es que no se oía más que a ese pájaro...como si los demás se hubieran escapado, o tuvieran miedo de cantar.
Busqué con la vista la imagen del ave. Pero no lograba encontrarlo. Veía pájaros y palomas yendo de acá para allá, como ocupados en algo importante. Creo que logré divisar un pájaro grande no conocido, caminando por una terraza, antes de levantar vuelo. Era oscuro. Es todo lo que sé.
Ahora, parece que sus gritos son más suaves. Aunque permanece dando vueltas. Y por momentos se oyen más fuertes. Lo que me tranquiliza, es que los otros pájaros, comenzaron a cantar otra vez. No sé lo que significa. Si es que se acostumbraron al nuevo sonido, si comprobaron que este nuevo personaje no hacía daño, o si cansados de oírlo gritar solo, decidieron elevar sus voces para hacerse oir . Pero es un alivio...
4 comentarios:
Que belleza manita, el crespìn, el urutaú, el chimango, el músico, tantos...ellos trazan frecuencias en el cielo con mensajes que sólo el cielo entiende, coordenadas misteriosas que señalan destinos de pàjaros. Ni imaginan la ciudad, ni el campo, ni tu terraza ni mi ventana, ni el mar.
Te quiero, manita.
R.
Si manito. Los pájaros, como todos los animales, son la mano de Dios en la nuestra. Lástima que haya gente que les hace daño...dije, gente?. Cada vez pienso más en que ellos son mejores que nosotros, los llamados humanos. Un beso manitoquerí.
Querida Alicia, que bonito relato, me ha encantado.
Que maravilla, oir el canto de los pájaros aunque en las grandes ciudades eso ya no exista.
Yo disfruto de esto cuando paso por el pueblo donde vive mi madre, un pueblo de 200 habitantes, donde todavía se puede gozar de este privilegio, que por lo menos para mí, lo es.
Un besazo
Hola Paqui..sucede que yo vivo a media cuadra de la Av. 9 de Julio que tiene grandes árboles en el centro, en unas plazoletas. A pesar de el enorme tráfico...ellos se las arreglan para cantar.Son una maravilla...como todos los animales! Gracias Paqui por tu visita...un abrazo.
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