cábalas

Desde chica, buscaba cábalas en todo. Si no pisaba las rayas de las baldosas, le iba bien en la escuela. Si al levantarse pisaba primero con el pié derecho, el día sería
el mejor. Si el canario se bañaba en su jaula antes de que ella tomara el café, iba a conocer a alguien importante...y así...no sabía como había empezado el juego, pero se hizo costumbre. Como todas las cosas se acrecientan con el tiempo, estas cábalas fueron creciendo y multiplicándose. Algunas quedaban fuera de servicio cuando fallaban. Pero aparecían otras que las reemplazaban. Así su vida era complicadísima.
Tenía que cumplir con tantos ritos antes de cada cosa...que llegaba tarde a todas partes, faltaba a otras, si la cábala le fallaba. Si no cumplía con todo esto...se sentía como desnuda ante la vida. Como si fuera a desvanecerse en el aire.
Cuando le dijo a su empleador que no haría el trabajo que le pedía, por que no tenía lugar en su escritorio (cabalísticamente lleno de cosas)este, no sin cierta piedad,en lugar de echarla...la mandó al sicólogo.
No sé como estará ahora, pero acabo de verla muy del brazo de su sicólogo. El llevaba cinta toja en la muñeca, un aro extraño en su cuello..y caminaban muy extraño...dos pasos para el costado, uno para atrás y dos hacia adelante...