
miércoles, enero 30
No quiero...

lunes, enero 28
Lamentos de pájaro...

jueves, enero 24
Tal vez...

lunes, enero 21
Paisaje triste...

jueves, enero 17
Sueños que vuelan
lunes, enero 14
Intuiciones

lunes, enero 7
El cofre

Solía quedarme a dormir con mis abuelos maternos. El abuelo me preparaba una cama que el llamaba "nidito", en una habitación al lado de la de ellos. Yo dormía hasta que por la mañana, oía carraspear a mi abuela . Corría y me asomaba a su puerta. Ella levantaba la ropa de cama y me hacía lugar a su lado. El abuelo ya estaba trabajando, y esos momentos con mi abuela, que no era muy demostrativa, son los que más recuerdo. Una de esas mañanas, noté un pequeño cofre junto a la radio capilla que tenían en el dormitorio. Nunca había visto uno tan lindo. Le dije a la abuela que era muy lindo. Ella me contestó...ah, si, es muy viejo. Sólo eso. Y noté algo de tristeza en su voz. Cuando la miré me sonrió y me instó a levantarme.
Pasó mucho tiempo...Ya era una jovencita...y no recordaba el cofrecito...hasta que lo ví nuevamente, esta vez, en la mesa de luz de la abuela. Ya más atrevida, intenté abrirlo para verlo por dentro. Estaba cerrado con llave.
Me quedé intrigada...pero en esa época los nietos tratábamos de usted a los abuelos, y no nos atrevíamos mucho a preguntar.
Una vez...estando en casa de una tia, hermana de mamá, buscando unos libros, encontré un cuaderno, con una escritura muy parecida a la de mi madre. Pensando que era algo que había escrito para la escuela, cuando era chica, me puse a leer. Era casi un recordatorio. Un apunte como para no olvidarse, o para que nadie olvidara.
A medida que leía, comprendí que no era la letra de mi madre...si no la de mi abuela. Los tiempos y los paisajes, correspondían a una niñez más lejana.
Se trataba de la historia de un hombre destinado a sacerdote, que había desistido de serlo. Se había enamorado de una joven. Esta tuvo un hijo suyo y los padres la mandaron lejos...como era usual en esa época. Pasaron tres años...y el conoció a otra mujer. Se casaron. A los dos años...no estaba la explicación de cómo, se enteraron de que la joven madre había muerto casi enseguida de dar a luz, que el niño recién nacido fué criado por unos campesinos...y que este niño, había muerto a los cinco años, el día anterior.
Decidieron, de común acuerdo, ir a buscarlo, para enterrarlo cerca de ellos.
Hicieron un largo viaje hasta el lejano lugar. Y para apurar trámites, y quizás dinero que no tenían, decidieron traerlo en brazos en el carruaje. Imagínense a esta joven mujer, casi recién casada, que por amor a su marido, hizo tantas leguas con un niño muerto en brazos...fingiendo que estaba enfermo!!
En el final, el relato mencionaba un pequeño anillo y una cinta azul, que era todo lo que quedaba de ese niño.
No parecía ficción. Como dije, parecía escrito con fidelidad y con detalles como para el recuerdo.
Guardé el manuscrito en su lugar., pero nunca olvidé la historia.
Mi abuela murió a los 92 años. Yo ya tenía nietos...Cuando una de mis tias me dijo si quería algún recuerdo de ella, yo pedí el cofrecito. Nadie preguntó por que y me lo dieron.
Seguía cerrado. Lo conservé , por respeto de esa manera por un tiempo. Pero un día, sin poder parar mi curiosidad, lo forcé.
En su interior, había una cinta desteñida y un pequeño anillo. También una foto amarillenta de una pareja joven. Cuando pude verla mejor...noté que eran mis bisabuelos.