martes, octubre 7

Determinación


Desde hacía varios días...sentía como una sombra húmeda pegada a su cuerpo. Como si algo o alguien lo siguiera a todas partes. Era una sensación rara. Al principio le dio miedo. Como si viniera del más allá.

Analizando las cosas con tranquilidad, llegó a la conclusión de que era algo así como un ataque de pánico. No se explicaba por qué.

Estaba inquieto, decaído, nervioso y no notaba que su mujer lo observaba preocupada primero, y luego ya no le hablaba.

Llegó a pensar que una de las causas de su pánico, era que desde un tiempo atrás notaba que no había alegría en su trabajo. Ni dentro de el, ni por los alrededores. Sus compañeros, luego notó, estaban serios y callados. Se enteró que había habido despidos, no en su área...pero...eso podía contribuir a su estado, que parecía un sueño dentro de un sueño, más parecido a una pesadilla dentro de otra.

Cuando a su peor día le llegó la tarde, al entrar en su casa vio una valija junto a la puerta. Tan cerca de ella que parecía que alguien la hubiera apoyado al entrar apurado...o...que alguien estaba muy apurado por irse.

Primero pensó en la hermana de Susana. Vivía en Italia...tal vez una visita..pero cuando levantó la cabeza..vio los ojos de su mujer...y comprendió todo. Así como no había dado señales de lo que haría...parece que tampoco pensaba explicar demasiado. Solo dijo, me voy.

Estaba claro que no había mucho para explicar. Siempre habían sido una pareja unida, compañera, casi un ejemplo para sus amigos. No supo que preguntar, que decir. Ella murmuró algo como...las cosas no andan bien..no podemos seguir.

El no salía de estupor, solo preguntó a donde vas?. Susana contestó que no sabía bien...por ahora a lo de su amiga Marta. Después vería...

Sin más, salió de la casa dejando el aroma de su perfume y un vacío denso, que le quedaba perfecto a su pesadilla.

Cuando dejó el saco en el sillón, vio algo sobre la mesa. Un telegrama, abierto. Era el de su despido.

Pensó, todo junto. Aún en su estado, recordó el dicho . Cuando el hambre entra por la puerta...el amor sale por la ventana.

Recién en ese momento pudo despegarse de su irrealidad. Recordó que había leído que en las malas épocas...es cuando más divorcios hay y que por la crisis de Wall Street se estaban divorciando muchos....había llegado a su casa?

No podía creerlo. Ya habían pasado por otras malas épocas....Habría sido su estado de pánico lo que la impulsó?

No pudo evitar llorar. Se compadecía de sí mismo, del mundo, de todos los que estarían en su misma vereda...menos de su esposa.

Un soplo de rabia e impotencia, le empujó la tristeza hasta el país de la ira. No se iba a detener. Como Susana ...no sabía bien que haría. Eso si. De una cosa estaba seguro. Comenzaría una nueva vida, sin computadoras, en otro lugar, de ser posible, sin horarios matutinos y por supuesto...sin ninguna Susana.

Esa noche misma...saldría de juerga con sus amigos, cosa que no hacía nunca, y quemaría sus últimos pesos con el alcohol de los bares. Eso si, el lunes buscaría lo que ya estaba creciendo en su interior. Vivir libre, sin el famoso status que Susana quería, sin obligaciones "oficinistas" ni jefes a quienes soportar...sin cuotas. Como cuando era un joven hippie. Si señor. Era su última oportunidad de vivir como quería...hay que mirar la parte positiva de las cosas.

Con la misma decisión de Susana, fue en busca de la agenda...para llamar a sus amigos.


9 comentarios:

Unknown dijo...

este atribulado personaje de tu post ha tenido recursos para seguir en carrera. Me comentaban que en España, en crisis de "parados" ascendente, hay paradójicamente menos divorcios y separaciones que en èpocas de bonanza. Claro, la estrechez económica no le permite a la pareja independizarse y agarrar cada uno pa'sulado. Agregan que al estar conviviendo sin quererse bajo un mismo techo, aumenta la violencia familiar.
Tu narración es excelente, manita, y el optimismo del personaje es fantástico....
Besos mil, manitaquerí!!!!

Goliardo dijo...

Precioso relato, bien narrado, bien llevado, nos asociamos a la desorientación del personaje, y compartimos su salida final. Buena ilustración de lo que dicen de los chinos: que usan la misma palabra para designar "crisis" y "oportunidad". Ojalá lo entendieran así los monstruos de Wall Street, y nos dejaran vivir más tranquilos, a nosotros, que no tenemos nada que ver con ellos, ni queremos.

Paqui dijo...

Querida Alcia me gusto el relato y la forma en que lo cuentas, eres única.
Deseo que cada dia te encuentres mejor y a pesar de estar bastante liada y estresada, no dejo de visitarte cada vez que puedo.
Un besazo

Recomenzar dijo...

Eres una gran escritora...............
Feliz que hayas pasado por recomenzar. Ya que aunque no nos escribamos sabemos que estamos.

Besos desde el azul de mi alma

Recomenzar dijo...

Eres una gran escritora...............
Feliz que hayas pasado por recomenzar. Ya que aunque no nos escribamos sabemos que estamos.

Besos desde el azul de mi alma

Anónimo dijo...

Bueno, eso se llama ver el vaso medio lleno y no apocarse ante los reveses de la vida. Claro que, para actuar así, hay que tener una mente sana y optimista.

La maldita crisis que todo lo mancha.

Besitos y salud amiga

Alicia M dijo...

Gracias Paqui. Sé lo que estar en tu lugar y te agradezco que a pesar de todo, sigan tus visitas. Yo también estoy bastante ocupada y a veces no llego a dejarte mensajes, pero sigo pensando en ti ya que te considero una amiga querida. Besos.

Alicia M dijo...

Mucha. Siempre paso por tu blog. Tengo problemas de salud, y a veces no dejo mensajes, pero no me pierdo el placer de visitarte. En cuanto puedo me comunico. Besos, siempre estoy para mis amigos...

Alicia M dijo...

Querida Trini, notarás que a pesar de todo...sigo siendo optimista. Mis personajes, también. No será fácil bajarme el animo, y espero que tampoco tu, a pesar de los robos literarios y otros problemas varios que hay en la vida, bajes nunca la guardia. Es lo peor que le puede pasar a alguien. Sobre todo en nuestro caso. Un beso enorme y gracias por venir!