domingo, octubre 26

Buenos Aires, Montserrat.























Vivo en uno de los barrios mas antiguos de la ciudad de Buenos Aires. Monserrat, o Montserrat,como debería decirse ya que se llama así en honor a su parroquia, que fue construida en 1750 por el arquitecto Antonio Mansella, a pedido del chacarero catalan, Juan Pedro Sierra. Desde entonces, alberga una réplica de La Moreneta.
Veo cada día desde mis ventanas su hermosa cúpula.
Resulta, que nací a escasas cuadras de aquí...pero no fué hasta ahora, desde hace seis años, que volví a mis fuentes.
Estoy enamorada de esta zona...de sus edificios, sus cúpulas, que son como un paisaje dentro de otro más moderno, más actual.
Me siento como una turista caminando sus calles...y esto se refuerza ahora.
Casi no se oye hablar en castellano-argentino. Peruanos, bolivianos, uruguayos, paraguayos, chilenos y de otros países sud o centro americanos en menor medida, hubo siempre y están integrados a nuestra vida. Pero ahora no solo se oyen estos acentos o los europeos o los americanos del norte. Hay idiomas y vestimentas que no se pueden descifrar facilmente. Y los extranjeros parecen ser más que los que vivimos por aquí.
A mi siempre me alegró que fuéramos un país tan cosmopolita, donde cada uno de nosotros llevamos sangre de varios lugares del mundo. En este momento, ir a hacer las compras, significa viajar por otros países. Conversar y oír hablar en portugués, ingles, francés...una señora española me pregunta por el mejor dulce de leche, una estudiante canadiense por un aceite neutro y unas brasileras...por el aceite de oliva !!
O sea que ir al mercado, es dar la vuelta al mundo!
Bienvenidos todos. Perdón a los que no entiendo...espero haber acertado los gestos...y que hayan comprendido los mios.
Le dejo unas ilustraciones del barrio...a ver que les parece. Y seguiré contándoles de Buenos Aires...con el secreto deseo de que vengan y así poder conocerlos.

sábado, octubre 11

Hermanas


Sentada en el tren, la vista fija en su falda donde reposaba un pañuelo que antes había estrujado y ahora intentaba planchar con caricias firmes. Una y otra vez, en forma casi obsesiva, iban y venían sus manos, tratando de arreglar lo antes hecho. Doblaba, desdoblaba...era una forma inconsciente de enderezar conceptos y recuerdos de su pasado.


Estaba viajando hacia su hermana. Esa que no veía desde hacía 23 años. Ni siquiera recordaba bien, qué las había separado. Las cosas nacen pequeñas y se agrandan desmesuradamente en una pelea. Por que recordaba que había sido una pelea...pero no su comienzo. Se habían metido en ella, parientes, amigos...todos dando su parecer y ampliando sin darse cuenta, el universo del conflicto. Ella sintiendo los tironeos de los bandos, había decidido...sin decidir por convicción.


Su hermana se fue y ella no hizo un solo movimiento por retenerla o hablarle.


Todos esos años pasaron. Hasta que su hermana, mejor que yo, pensaba, decidió tomar la iniciativa y la llamó por teléfono.


No pudo evitar las lágrimas cuando oyó su voz. Con sólo una palabra, toda su infancia, su juventud, se mostraron ante sus ojos asombrados y su alma se llenó de amor.


Como pudo estar tanto tiempo sin verla, sin escucharla, sin saber de su vida?


Su hermana no esquivó el tema...le dijo que lo que fuera que pasó, ya estaba borrado hacía rato y que deseaba más que nada en el mundo...encontrarse con ella.


Le dijo que no podía viajar, por el momento...pero que se hablarían todo lo posible. Al segundo llamado...decidió que viajaría al otro día. Ya no podía esperar.


Ahora, estaba nerviosa...o mejor ansiosa. Como estaría su hermana? Era un poco mayor que ella. Le había notado la voz como..cansada o triste. No la recordaba así. Estaría enferma? Tal vez no se había cuidado, estando sola...


Entonces recordó como su hermana le trenzaba el pelo para ir a la escuela, también le preparaba las tostadas como a ella le gustaban, y recordó su mano firme, cuando la tomaba del brazo para cruzar la calle. Como había podido olvidar eso? Como pudo olvidar sus primeras confesiones y los consejos de ella?


Como...tantas, tantas cosas!!


Ahora estaba rezando...deseando saber que estaba bien. Que estaría tan feliz como ella de encontrarse...También le agradecía a Dios que hubiera iluminado a su hermana para que la llamara...y pedía perdón por no haber sido ella.


De una cosa estaba segura, pasara lo que pasara, nunca más se separaría de su hermana. Estaba decidida a quedarse el resto de su vida con ella. Por algo se habían quedado las dos solas. Sus otros hermanos tenían a su familia. Hizo una pausa en sus pensamientos, guardó el pañuelo, y...nuevamente rezó, esta vez para pedir la salud suficiente para cuidar y mimar a su hermana hasta el fin de sus días.

martes, octubre 7

Determinación


Desde hacía varios días...sentía como una sombra húmeda pegada a su cuerpo. Como si algo o alguien lo siguiera a todas partes. Era una sensación rara. Al principio le dio miedo. Como si viniera del más allá.

Analizando las cosas con tranquilidad, llegó a la conclusión de que era algo así como un ataque de pánico. No se explicaba por qué.

Estaba inquieto, decaído, nervioso y no notaba que su mujer lo observaba preocupada primero, y luego ya no le hablaba.

Llegó a pensar que una de las causas de su pánico, era que desde un tiempo atrás notaba que no había alegría en su trabajo. Ni dentro de el, ni por los alrededores. Sus compañeros, luego notó, estaban serios y callados. Se enteró que había habido despidos, no en su área...pero...eso podía contribuir a su estado, que parecía un sueño dentro de un sueño, más parecido a una pesadilla dentro de otra.

Cuando a su peor día le llegó la tarde, al entrar en su casa vio una valija junto a la puerta. Tan cerca de ella que parecía que alguien la hubiera apoyado al entrar apurado...o...que alguien estaba muy apurado por irse.

Primero pensó en la hermana de Susana. Vivía en Italia...tal vez una visita..pero cuando levantó la cabeza..vio los ojos de su mujer...y comprendió todo. Así como no había dado señales de lo que haría...parece que tampoco pensaba explicar demasiado. Solo dijo, me voy.

Estaba claro que no había mucho para explicar. Siempre habían sido una pareja unida, compañera, casi un ejemplo para sus amigos. No supo que preguntar, que decir. Ella murmuró algo como...las cosas no andan bien..no podemos seguir.

El no salía de estupor, solo preguntó a donde vas?. Susana contestó que no sabía bien...por ahora a lo de su amiga Marta. Después vería...

Sin más, salió de la casa dejando el aroma de su perfume y un vacío denso, que le quedaba perfecto a su pesadilla.

Cuando dejó el saco en el sillón, vio algo sobre la mesa. Un telegrama, abierto. Era el de su despido.

Pensó, todo junto. Aún en su estado, recordó el dicho . Cuando el hambre entra por la puerta...el amor sale por la ventana.

Recién en ese momento pudo despegarse de su irrealidad. Recordó que había leído que en las malas épocas...es cuando más divorcios hay y que por la crisis de Wall Street se estaban divorciando muchos....había llegado a su casa?

No podía creerlo. Ya habían pasado por otras malas épocas....Habría sido su estado de pánico lo que la impulsó?

No pudo evitar llorar. Se compadecía de sí mismo, del mundo, de todos los que estarían en su misma vereda...menos de su esposa.

Un soplo de rabia e impotencia, le empujó la tristeza hasta el país de la ira. No se iba a detener. Como Susana ...no sabía bien que haría. Eso si. De una cosa estaba seguro. Comenzaría una nueva vida, sin computadoras, en otro lugar, de ser posible, sin horarios matutinos y por supuesto...sin ninguna Susana.

Esa noche misma...saldría de juerga con sus amigos, cosa que no hacía nunca, y quemaría sus últimos pesos con el alcohol de los bares. Eso si, el lunes buscaría lo que ya estaba creciendo en su interior. Vivir libre, sin el famoso status que Susana quería, sin obligaciones "oficinistas" ni jefes a quienes soportar...sin cuotas. Como cuando era un joven hippie. Si señor. Era su última oportunidad de vivir como quería...hay que mirar la parte positiva de las cosas.

Con la misma decisión de Susana, fue en busca de la agenda...para llamar a sus amigos.